miércoles, 27 de mayo de 2020

46) San Pio de Pietrelcina

SAN PIO DE PIETRELCINA

 
Padre Pío también conocido como San Pío de Pietrelcina, Fraile y Sacerdote Católico italiano poseía dones milagrosos y extraordinarios, entre ellos los estigmas-llagas de Cristo que presentaban en las manos, los pies y costado.

Sus padres fueron Grazio Mario Forgionne y María Giuseppa Di Nunzio Forgionne. Nació el 25 de mayo de 1887 en Pietrelcina, Italia. Perteneció a la Orden Religiosa de Frailes Menores Capuchinos.

Fallece el 23 de septiembre de 1968 en San Giovanni Rotondo, Italia y un 16 de junio del 2002 fue canonizado por el Papa Juan Pablo II.

¿Cómo fue la niñez del Padre Pío? 

Francesco Forgionne (más adelante Padre Pío) de familia muy humilde y con mucha devoción por la religión Católica fue bautizado en la iglesia Santa María de los Ángeles, en donde también hizo su primera Comunión y su Confirmación. En este mismo lugar a los 5 años tuvo una primera aparición del Sagrado Corazón de Jesús que poso su mano sobre su cabeza; allí Francesco prometió a San Francisco ser fiel seguidor suyo y desde ese entonces comenzó a tener apariciones de la Virgen y podía ver a su ángel guardián con el que llegó a tener una amigable relación durante toda su vida.

Era un niño callado, tímido y con una marcada espiritualidad. Desde muy pequeño manifestó que quería ser Sacerdote, mostró que era piadoso, con mucho temor a Dios tanto que no toleraba que se trabaje los domingos, desde muy pequeño hacía muchas penitencias; en una ocasión su madre lo encontró dormido en el suelo con una piedra como almohada; después de misa permanecía en la iglesia por largas horas contemplando y orando al Señor y ayudaba con los arreglos del Sacristán para poder ver a Jesús presente en la Eucaristía. Esta entrega a Jesús también iba acompañado de persecución por parte del enemigo, pues desde tan temprana edad sus amigos y vecinos testifican que sufría de encuentros demoníacos y más de una vez se peleó con su sombra.

Cómo iba creciendo…
 
Francesco seguía manifestando su deseo de ser religioso, sus padres aunque eran muy humildes hicieron lo posible para que recibiera una formación y éste así lo hizo junto al maestro Ángelo Cavacco, con él avanzó mucho y demostró gran capacidad.

Un día antes de entrar al Seminario tuvo una visión, Jesús puso su mano sobre los hombros de Francesco dándole valor y fortaleza para seguir su vocación y la Virgen María le hablaba suave y maternalmente entrando en lo profundo de su alma.

Decidió ser un Fraile Capuchino de la Orden Franciscana de Morcone, al recibir su hábito Franciscano que está hecho en forma de Cruz percibió que en ese momento su vida estaba CRUCIFICADA EN CRISTO. Tomó por nombre religioso Fray Pío de Pietrelcina en honor a San Pío V.

El Padre Pio nunca se permitió lujos ni nada que le pudiera desviar de su relación con Jesús, se privaba de muchas cosas, comía muy poco, en una ocasión su único alimento por 20 días fue la Eucaristía y siempre se mostraba alegre. Sumado a todas sus privaciones también se le presentó una enfermedad que lo tenía muy mal de salud pero para los doctores era una enfermedad sobrenatural. Una de las cosas que dijo sobre esto fue:

“ Soy inmensamente feliz cuando sufro, y si consintiera los impulsos de mi corazón le pediría a Jesús que me diera todo el sufrimiento de los hombres” 

Así demostraba que más allá de los sufrimientos y tormentos por los que pasaba estaba en él el amor y el deseo por compartir los dolores del Señor. 



Dones extraordinarios…

Los Estigmas de Cristo: 

En septiembre de 1918 un día después de celebrar la Misa mientras rezaba en el coro de los monges varios rayos de luz salían del crucifijo y el Padre pío cayó en un profundo descanso mientras los rayos de luz atravesaban sus manos sus pies y su costado como si fueran flechas y un ángel escurriendo sangre de las manos se puso de pie a su lado. El Padre Pio describe este momento con estas palabras:

“Sentí que me moría y me hubiera muerto si el Señor no hubiera intervenido fortaleciendo mi corazón que estaba apunto de salir disparado de mi pecho. Cuando la extraña criatura me dejó me di cuenta de que mis manos, mis pies y mi costado estaban perforados y sangrando. La herida del corazón sangra continuamente desde el jueves por la tarde hasta el sábado”.

Estas heridas eran las marcas visibles de la Pasión de Cristo. Inicialmente trató de curar sus heridas pero fue inútil, así que trataba de ocultarlas usando guantes para disimularlo pues decía que le producían vergüenza y humillación, teniendo en cuenta también el gran dolor físico que le causaba.

Una vez más los médicos se sorprendieron ya que sus heridas no se infectaban, tenían un olor perfumado y aunque sangraba mucho sumado a sus otras enfermedades nunca sufrió de anemia.

Sus problemas de salud se fueron agravando tanto que le dieron la orden de ir a descansar a su casa. Este descanso temporal duró 7 años, a pesar de esto fue ordenado Sacerdote y en 1911 le pidieron regresar al convento.


El Don de la Bilocación: 

Un día rezaba acompañado de otro Fraile cuando se encontró muy lejos en donde un padre de Familia agonizaba al mismo momento que su hija estaba por nacer; él ayudó en el nacimiento de la niña pues la Virgen María le había encomendado su vida. Dieciocho años después esta joven sin conocer al Padre Pío fue junto a él y éste la reconoció desde ahí se convirtió en una de sus hijas espirituales.

En otra ocasión en tiempos de Guerra un comandante mayor estaba pensando en suicidarse y apareció el Padre Pio ante él diciéndole que no lo hiciera y cuando lo convenció desapareció por arte de magia. .

Persecuciones por parte del enemigo:

Así como el Señor le iba confiando muchos dones a su vez el enemigo no se quedaba quieto. El demonio estaba furioso hasta el punto que lo atacaba y golpeaba físicamente, casi todas las noches lo sometía a violentas batallas físicas y espirituales que lo dejaban exhausto, se le aparecía en forma de animal, mujeres bailando danzas impuras, carceleros que lo azotaban pero luego era asistido por Jesús, la Virgen, su Ángel, San Francisco y otros Santos.

En una ocasión cuando estaba durmiendo el demonio vino a golpearlo fuertemente, entonces el Padre Pio pidió ayuda a su ángel guardián para que lo ayudara pero no lo veía y después de muchas golpizas el enemigo se fue y allí apareció su ángel triste porque el Padre le reclamo el que no lo haya socorrido en el momento.

El custodio del convento movido por una inspiración Franciscana ordenó al Padre Pío que pidiera la gracia de ser atormentado en silencio ya que los Capuchinos estaban cansados del ruido y los vecinos empezaban a preocuparse por lo que este sucediendo y en esa misma noche recibió esa gracia.

Su vida de oración y entrega...

En 1916 le sugirieron ir a San Giovanni Rotondo para descansar ya que seguía muy enfermo, y así lo hizo en 1917. Una vez pisado ese monasterio se curó definitivamente de aquella enfermedad que tanto lo aquejaba y que ni los doctores sabían de que se trataba, esto lo tomó como una señal del Señor que le indicaba donde debía permanecer.

Se pasaba los días rezando, dando clases a los niños, aconsejando gente, confesando por muchas horas en el día(si la persona no tenía el corazón decidido se negaba a darle la absolución), y celebraba la misa por las mañanas en su parroquia. Su misa podría durar hasta 3 horas pero la gente se quedaba porque lo consideraban un Santo y la consagración del pan era el momento en el que más sufría porque sentía el dolor del sacrificio en sus estigmas. Decía:

“El mundo puede subsistir sin el Sol pero nunca sin la Misa”

Muchas veces después de terminar la misa se desmayaba, su cuerpo se quedaba rígido y una vez el Sacristán pensando que estaba muerto dijo: “El Padre Pio está muerto” porque lo encontró tirado en el piso durante 3 horas pero el párroco ya sabía lo que pasaba con él.


Más persecuciones...

Roma comenzó a desconfiar de los Capuchinos especialmente del Padre Pío, y poco a poco le fue retirado su apostolado, llegaron a prohibirle celebrar las Misas y esto lo puso muy triste no por si mismo si no por las almas que necesitaban de la conversión.

Sus compañeros Frailes formaron una conspiración “fraternal” contra él colocando micrófonos en donde dormía y en su confesionario, finalmente las personas que hicieron esto fueron descubiertas, destituida de sus funciones y los mandaron a otro convento.

El decía:

“Sufro, sufro mucho pero no deseo para nada que mi cruz sea aliviada porque sufrir con Jesús es muy agradable”. 

Después de un tiempo le levantaron las sanciones y volvió a celebrar las Misas, a confesar, aconsejar, etc.

Creó grupos de oración gracias a sus hijas espirituales, tenia un gran amor por los niños tanto que rezaba por ellos hasta alcanzar la gracia que necesitaban, él no soportaba el sufrimiento de los demás, su compasión por los que recurrían a él y no se les era concedido la curación lo llevó a trabajar por el establecimiento de un hospital de nivel internacional en San Giovanni Rotondo el cual lo llamó “Casa Alivio de los Sufrimientos”, esto lo logró gracias a unos amigos que lo ayudaron a recaudar dinero ya que ellos no tenían nada.


Algunos milagros y más dones… 

· Gemma di Giorgi nació sin pupilas, después de que el Fraile la visitó comenzó a ver como si nada.

· Un niño que estaba gravemente enfermo apuntó de morir se hecho a reír y se recuperó. El niño dijo a su madre: Mamá Padre Pío me hizo cosquillas en el pie y se sano.

· Un campesino había pedido su intercesión para que cese su dolor de diente y no habiendo recibido esta sanación le tiro un zapato a su retrato, después fue a confesarse con él y el Padre Pio le replicó “Y todavía tienes coraje después del zapatazo que me diste en la cara”.

· Su propio Padre estando moribundo no quiso confesarse con él y este le describió detalladamente todos sus pecados y le dijo a su Padre que sólo asintiera lo que le estaba diciendo.

· En cada oración con los demás Frailes el llevaba una alfombra para no mojar el piso con sus lágrimas ya que tenía el Don de Lágrimas ( Era muy sensible con las oraciones y se ponía a derramar muchas lágrimas mojando todo el piso a su alrededor).

Muerte y despedida del Padre Pío… 

El 21 de septiembre de 1968 50 años después de la aparición de los estigmas desaparecieron sin dejar ningún rastro y el 23 de septiembre se dio su muerte.

Se tuvo que esperar cuatro días para que la multitud despidiera el cuerpo del Padre Pío, alrededor de cien mil personas participaron en el entierro.

Su cuerpo incorrupto puede verse en San Giovanni Rotondo, Italia. 



Y tú, ¿con que actitud recibes los sufrimientos que te da el Señor?


QUÉDATE, SEÑOR, CONMIGO
Has venido a visitarme,
como Padre y como Amigo.
Jesús, no me dejes solo.
¡Quédate, Señor, conmigo! 
Por el mundo envuelto en sombras
voy errante peregrino.
Dame tu luz y tu gracia.
¡Quédate, Señor, conmigo! 
En este precioso instante
abrazado estoy contigo.
Que esta unión nunca me falte.
¡Quédate, Señor, conmigo! 
Acompáñame en la vida.
Tu presencia necesito.
Sin Ti desfallezco y caigo.
¡Quédate, Señor, conmigo!

Declinando está la tarde.
Voy corriendo como un río
al hondo mar de la muerte.
¡Quédate, Señor, conmigo! 
En la pena y en el gozo
sé mi aliento mientras vivo,
hasta que muera en tus brazos.
¡Quédate, Señor, conmigo!







Autor: Lisandra Samudio - Representante de la Pj de Caacupemi - Dk3

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