Santa Teresita del Niño Jesús - Doctor Amoris
Teresa de Martin, nació en Francia, Alençon, el 2 de enero de 1873. A los dos días de su nacimiento fue bautizada en la iglesia de Notre Dame, recibiendo así el nombre de María Francisca Tereza, sus padres fueron Luis Martín y Celia Guerin, ambos santos en la actualidad. Tras la muerte de su madre, Teresita, junto con su Padre y hermanas se mudaron a Lisieux, también por eso es conocida como Santa Teresita de Lisieux.
Cuando recibió por primera vez el sacramento de la confesión, el Padre Ducellier la invitó a tener devoción a la Santísima Virgen, así prometió redoblar toda su ternura hacia ella.
A los 8 años ingresó como alumna en la Abadía de Nuestra Señora del Prado, estuvo allí durante 5 años.
En 1883 cae enferma, extraña enfermedad, ya hacia finales de ese año se le vino continuos dolores de cabeza que los pudo aguantar muy bien. Esto duró hasta el día de Pascua de ese mismo año.
El 8 de mayo de 1884 recibe su Primera Comunión, 3 meses antes de ese gran día Teresita recibió un librito que le ayudó a preparar su corazón para ese gran momento esperado por ella.
“...𝑄𝑢𝑒 𝑑𝑢𝑙𝑐𝑒 𝑓𝑢𝑒 𝑒𝑙 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟 𝑏𝑒𝑠𝑜 𝑑𝑒 𝐽𝑒𝑠𝑢́𝑠 𝑒𝑛 𝑚𝑖 𝑎𝑙𝑚𝑎.!“
Poco después de su Primera Comunión realizó unos ejercicios espirituales para su Confirmación, que con gran esmero lo realizó para recibir al Espíritu Santo.
“...𝐴𝑞𝑢𝑒𝑙 𝑑𝑖𝑎 𝑟𝑒𝑐𝑖𝑏𝑖 𝑙𝑎 𝑓𝑜𝑟𝑡𝑎𝑙𝑒𝑧𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑢𝑓𝑟𝑖𝑟, 𝑦𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑛𝑡𝑜 𝑖𝑏𝑎 𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑟 𝑒𝑙 𝑚𝑎𝑟𝑡𝑖𝑟𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑎𝑙𝑚𝑎...“
Un domingo, miró una estampa de Nuestro Señor en la Cruz, impresionada por la sangre que caía de las manos, sintió un gran dolor... también resonaba en su corazón el de Jesús: << Tengo sed >> palabras que despertaron en ella una sed, sed de almas, así también Dios le mostró que sus deseos de luchar por las almas, eran de su agrado.
A los 14 años le confió a su Padre su deseo de entrar al Carmelo, de quien obtuvo su consentimiento, consciente de que se vendrían momentos dolorosos que pondrían a prueba su vocación.
Estaba convencida de su vocación: quería ir al Carmelo. Pero al ser menor de edad no se lo permitían. Entonces decidió peregrinar a Roma y pedírselo allí al Papa León XIII . Le rogó que le diera permiso para entrar en el Carmelo; el le dijo: "Entraras, si Dios lo quiere". Tenía ‹dice Teresa‹ una expresión tan penetrante y convincente que se me grabó en el corazón.
El 9 de Abril de 1888, fue el día en que Teresita ingresa al Carmelo. El 10 de enero de 1889 realiza la toma de hábito y el 8 de septiembre de 1890 se hace religiosa y lleva como nombre Teresa del Niño Jesús. Ese mismo año, el 24 de septiembre se realiza la Ceremonia de la toma de velo.
La vida y santidad de Santa Teresita no se basa en fenómenos extraordinarios, sino en “hacer de manera extraordinaria las cosas más ordinarias y corrientes” de la vida de cada día, y a eso dedicó su vida, sencillamente a hacerlo todo con y por amor, con una confianza infinita en la misericordia de Dios.
Murió en el Carmelo a los 24 años por una enfermedad, el 30 de septiembre de 1897.
Sus ultimas palabras fueron: «¡Dios mío, os amo!», mirando el crucifijo que apretaba entre sus manos. Estas últimas palabras de la santa son la clave de toda su doctrina, de su interpretación del Evangelio. El acto de amor, expresado en su último aliento, era como la respiración continua de su alma, como el latido de su corazón. Las sencillas palabras «Jesús, te amo» están en el centro de todos sus escritos. El acto de amor a Jesús la sumerge en la Santísima Trinidad. Ella escribe: «Lo sabes, Jesús mío. Yo te amo. Me abrasa con su fuego tu Espíritu de Amor. Amándote yo a ti, atraigo al Padre»
Un año después de su muerte, se imprimió por primera vez uno de sus escritos, “Historia de un alma” las hermanas de comunidad de Teresita comprendieron que, sin saberlo, habían tenido la fortuna de compartir su vocación Carmelitana, con la “Santa más grande de los tiempos modernos”, como la definió el Papa San Pío X.
Fue canonizada por el Papa Pío XI el 17 de mayo de 1925. El mismo Papa, el 14 de diciembre de 1927, la proclamó Patrona Universal de las Misiones.
En 1997 el Papa San Juan Pablo II la proclamó Doctora de la Iglesia, siendo la tercera mujer en recibir ese título.
Entre los "Doctores de la Iglesia", Teresa del Niño Jesús es la más joven, pero su camino espiritual es tan maduro y audaz que las intuiciones de fe presentes en sus escritos son tan vastas y profundas que merecen un colocado entre los grandes maestros del espíritu.
Con esta proclamación, Teresa del Niño Jesús, ha entrado en el rol de unos pocos santos designados doctores de la Iglesia por el volumen, la calidad y la influencia, de la ortodoxia de su doctrina, basada en la Verdad revelada de Dios, transmitida por la Escritura y por la Tradición y enseñada por el Magisterio de la Iglesia.
"La caridad me dio la clave de mi vocación. Comprendí que si la Iglesia tenía un cuerpo, compuesto por varios miembros, el más necesario, el más noble de todos, no echaba de menos: entendía que la Iglesia tenía un corazón y que este corazón estaba iluminado con Amor. Comprendí que solo el Amor hacía que los miembros de la Iglesia actuaran: que si el Amor fuera extinguido, los Apóstoles ya no proclamarían el Evangelio, los Mártires se negarían a derramar su sangre. Entendí que el amor contenía todas las vocaciones. Entonces, en exceso de mi alegría delirante, exclamé: ¡Oh Jesús, mi amor! . ¡Finalmente encontré mi vocación! Mi vocación es el amor escribe Teresa del Niño Jesús en Obras completas , pág. 223). Es una página maravillosa, que por sí sola es suficiente para ilustrar cuánto se puede aplicar a Santa Teresa la página del Evangelio que escuchamos en la Liturgia de la Palabra: "Te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mantenido estas cosas ocultas a los sabios e inteligentes y los has revelado a los pequeños"( Mt 11, 25).
Y vos joven, ¿Cuanto amor le pones a las cosas ordinarias que realizas todos los días? ¿Ya descubriste tu vocación?
¡Oh Santa Teresita del Niño Jesús, modelo de humildad, de confianza y de amor! Desde lo alto de los cielos deshoja sobre nosotros esas rosas que llevas en tus brazos: la rosa de humildad, para que rindamos nuestro orgullo y aceptemos el yugo del Evangelio; la rosa de la confianza, para que nos abandonemos a la Voluntad de Dios y descansemos en su Misericordia; la rosa del amor para que abriendo nuestras almas sin medida a la gracia, realicemos el único fin para el que Dios nos ha creado a su Imagen: Amarle y hacerle amar Tú que pasas tu Cielo haciendo bien en la tierra, ayúdame en esta necesidad y concédeme del Señor lo que Te pido si ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma.
Amén.
Autor:Rose Marie Martinez, Subcoordinadora de la PJL.
Nominamos a:Gustavo Caceres,Animador de la PJ de Virgen de las Mercedes-Dk1 al siguiente #Santoschallenge.
Si queres profundizar mas te dejamos lo que nos decía Benedicto XVI en su audiencia general dedicado a esta santa:
http://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2011/documents/hf_ben-xvi_aud_20110406.html#
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